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Descripción

520 paginas

 

Prólogo Desde hace más de veinte años, cuando comencé a representar al Círculo de Ajedrez de Villa Martelli, me une al Gran Maestro Diego Valerga, autor de este libro, una ininterrumpida amistad. Quizás para alguno podría resultar difícil escribir sobre un texto de alguien con quién no se tiene la distancia suficiente. En mi caso priorizo el agrado de prologar el libro de un amigo. En su libro sobre los prólogos, Jorge Luis Borges dijo: “El prólogo, cuando son propicios los astros, no es una forma subalterna del brindis; es una especie lateral de la crítica.” Expresado con su genial sarcasmo, Borges pone de manifiesto los dos aspectos esenciales de los prólogos. Por una parte, el brindis; el festejo por una obra que se suma a nuestro acervo cultural. Por otra, la crítica. Un comentario, una opinión, sobre aquello que el lector encontrará en el libro. Entonces, además de un entusiasta brindis por la continuidad de esta obra monumental para el ajedrez argentino, intentaré en mis siguientes palabras, describir lo mejor posible, el trabajo realizado por Diego. Entre sus muchos méritos, estos tomos titulados; Partidas Argentinas Inolvidables, nos ofrecen una acabada visión del ajedrez argentino. La selección de partidas es un trabajo ciclópeo, llevada a cabo en este caso, con verdadera brillantez. Puedo atestiguar esto desde varios puntos de vista, ya que viví plenamente la época correspondiente a este tercer tomo. Para empezar, viendo mis partidas seleccionadas, tanto las ganadas como las perdidas, su trabajo me parece impecable. Menciono esto simplemente como ejemplo, ya que uno puede dar una visión más certera de lo que conoce de cerca. También, como ya se pudo observar en los dos primeros tomos, encontramos un adecuado equilibrio entre la belleza y la importancia de las partidas. En este sentido, nada está librado al azar. Están las más bonitas y mejores desde el punto de vista técnico, pero también las más representativas desde el punto de vista deportivo. Finalmente, vemos una gran armonía entre las partidas de los jugadores de más alto ranking, el ajedrez femenino y la presencia de representantes de toda la geografía de nuestro país. 4 Hoy en día el trabajo de investigación para seleccionar las mejores partidas, las más representativas, las que dan una muestra más precisa de lo que fue y es nuestro ajedrez, es más importante de lo que fue nunca antes. Sobresale este punto, ya que hay otros que han mermado un poco su importancia. Por ejemplo, la dedicación que muestre cualquier autor en los comentarios es obviamente útil para los lectores. Pero si se quiere, hoy en día todos podemos profundizar casi indefinidamente en ellos gracias a potentes módulos de análisis que hacen a la perfección este trabajo. Sin embargo los módulos no pueden seleccionar partidas. ¿Llegará el día en que la Inteligencia Artificial haga también esta parte del trabajo? Es posible que ocurra, aunque quizás falten todavía muchos años. Por suerte, hasta que eso pase, lo tenemos a Diego que realizó en este campo, una magnífica tarea. Sus textos en este tercer tomo se extienden más, porque vivió el período y lo conoce en detalle. Allí podremos encontrar un resumen de lo que fueron los Campeonatos Argentinos de esos años, las Olimpíadas, los títulos mundiales Sub 26 y Sub 20, los Magistrales. Pero también el contexto económico nacional, los cambios geográficos en el planeta con la aparición de una multitud de repúblicas ex soviéticas, una descripción del ajedrez femenino, de las revistas de ajedrez, la irrupción y avance de las computadoras. Y hasta detalles completamente olvidados incluso para mí, que fui contemporáneo de los hechos, como por ejemplo, la norma de MI del veterano rosarino Julio Pérez Cascella en el Continental 2005 disputado en Buenos Aires. Los comentarios, como ya había ocurrido en los dos primeros tomos, muestran una justa combinación de la verdad casi absoluta de los módulos, con el concepto humano de un experimentado Gran Maestro, que dosifica con maestría ambas cosas. Mis elogios y calurosa recomendación de esta obra, exceden en mucho el afecto que siento por Diego y la alegría por una nueva obra ajedrecística de primer nivel. Creo sinceramente, que estamos ante un nuevo hito en la literatura ajedrecística nacional. Sergio Slipak 5