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Descripción

Esta obra del Maestro Internacional Lázaro Antonio Pérez Bueno, nos muestra en una línea de tiempo la vida de Ernesto ?Che? Guevara, su pasión por el ajedrez y su influencia en la historia del ajedrez cubano, reconocido hoy mundialmente. Con fotos inéditas y anécdotas jamás contadas, este libro pasará a ser de colección tanto para los amantes del ajedrez, como para los que quieren conocer una faceta diferente del comandante Prólogo Al prologar este libro hemos pensado en la forma en que el Che utilizaba ?el tiempo libre?. En todo momento buscaba perfeccionarse, tanto en el trabajo como en el ajedrez era así. Resulta significativo el alto concepto que tenía acerca del deporte como vía para alcanzar salud física y mental. Apreciaba la actividad del ajedrez como deporte ciencia, capaz de contribuir al desarrollo del intelecto, de la actividad psíquica del hombre, de su pensamiento. Estimaba que, por su naturaleza, desarrollaba también el pensamiento militar, la capacidad de tomar decisiones bien meditadas, sopesadas con rapidez, en un período limitado de tiempo. El Che siempre le dedicaba un tiempo al ajedrez. Cada vez que tenía una oportunidad buscaba a alguien en la tropa y nos sacrificaba al hacernos jugar: nunca estábamos a su altura. En la guerra, para él era imprescindible el juego de ajedrez, tanto como el fusil. Siempre tenía su juego y buscaba a quién enseñarle, en ese afán de transmitir los conocimientos, de no quedarse con nada. Y realmente, la guerra de guerrillas lo propiciaba; tanto en la Sierra Maestra, aquí en Cuba, como en África y Bolivia. Cuando llegó a Bolivia, lo primero que preguntó fue: ¿Ustedes trajeron algunos juegos de ajedrez y libros?; él nos había facilitado dinero para que compráramos algunos juegos pequeños, preferiblemente magnéticos, y a pesar del poco tiempo libre, pues estábamos muy asediados, siempre que teníamos una oportunidad, jugábamos. Ahora podemos hacer una valoración justa de lo que representaba este deporte del intelecto para el Che. No tengo una anécdota concreta, pero sé que lo jugaba de forma sistemática, él era muy sistemático y de una disciplina síquica fuerte. A eso debe haber ayudado también el ajedrez. Harry Villegas Tamayo (El Pombo en la guerrilla del Che). General de Brigada.